La brevedad

jueves, 20 de agosto de 2020



Imaginemos que un poema en verdad escribiera de sí:
"hago encender la luz de la boca que sin ningún pudor me nombra,
hago llaga escociente lubricarse como un hilo de palabra entre los colmillos,
hago moverse -despacito- la escucha -y prendo un espacio en la cocina,
cuando lee en voz alta a Manuel Sosa
y escupe mi raíz.
Me han encumbrado y no soy sino
esta imagen cotidiana-" *

¿Soy para ti cuando me escriben? Mi identidad está vacía
y me la ofrecen cuando extienden la mano y abren el libro
que me contiene por defecto en un paréntesis.

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