Contra Trascendente

domingo, 1 de noviembre de 2015



Ahí está la ciudad. Hay que sacarla a evacuar su deshecho,
cada cierto tiempo
hay que respetar su influjo la libertad de
olfatear su propio cemento.
/

Es tangible el duelo.
La negativa constante - a ser parte
en estático.

- Se preguntan si hablar de lo trascendental no es ya un anacronismo;
hace tan torpe a la ciudad/
lo férreo-
la circunstancia en macizo; una presencia fechada en kilogramo.

Arrastrar las palabras Grandilocuentes desgarradoras en su estrechez- no albergan nada
que no esté en extremo disnea- las anguilas resbalando la mano saltando de un lado al otro
mostrándose terminales.

El insignificante ha perdido
su verdadera utilidad-









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